1 de Julio 2010
El asesino de los escupitajos
Neil Simpson, quien se encuentra privado de su libertad desde mediados de 2007 debido al asalto y homicidio de Dave Kowalczyk, dueño de una pizzería en Lorain, fue trasladado a su audiencia luciendo de una forma muy peculiar: llevaba un pañal en la boca y su cabeza estaba envuelta por tela de mosquitero. ¿La razón? Que no conforme con matar gente, tiene el feo vicio de escupirles.
Aprovechó la ocasión para expresar su descontento tras saber que no sería condenado a la pena capital y declaró que preferiría morir que pasar el resto de sus días tras las rejas. Igualmente se aventuró a proponer los métodos con los que desearía ser ejecutado: o bien crucificado en el juzgado para ser exhibido ante los ojos del mundo, o si no, apedreado hasta morir por los familiares de la víctima para así hacerlos sentir mejor.
El jurado decidió no condenarlo a la pena de muerte luego de que la defensa basara sus argumentos en torno al ambiente hostil en el que Simpson fue criado, lo cual propició su comportamiento antisocial que finalmente lo llevó a convertirse en un homicida. Al menos los integrantes del jurado no fueron rencorosos, ya que una semana antes el acusado escupió a algunos de ellos y los maldijo.
La noticia en Fox 8 News.
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